Qué hay después de la mente

Qué hay después de la mente

He querido titular este post, «Qué hay después de la mente», y no «que hay después de la muerte», para hacer una reflexión desde lo que conocemos y no desde lo que suponemos.

Morir, es una experiencia irreversible, no podemos volver y contar donde hemos estado, no podemos contar si nos hemos encontrado con nuestros seres queridos, ni si morir, nos hace caer en cuenta de nuestros errores, y de si a pesar, de haber tenido una vida egoísta, de pronto y sin más, nos volvemos altruistas y bondadosos.

Quisiera empezar mi reflexión relatando una experiencia personal sucedida el año 2018. Se trata del fallecimiento de mi hermana pequeña, quien padecía epilepsia desde niña, y que con tan solo 45 años tuvo una muerte cerebral fulminante, su agotado corazón se detuvo, y en varias ocasiones los médicos la reanimaron una y otra vez, hasta que finalmente la familia decidió que, si su corazón volvía a dejar de latir, no la reanimaríamos más, y la dejaríamos ir…

Pero, ¿A dónde la dejaríamos ir?  Cuando pienso en mi hermana pequeña, recuerdo su esencia, su carácter luchador, su personalidad risueña y alegre, su inteligencia perspicaz, su humor inocente, su voluntad por vivir a pesar de una vida llena de dolor. He reflexionado mucho sobre este tema. Mi hermana pequeña, como la llamaré cariñosamente durante mi blog, era más que un cuerpo físico, ella tenía carácter y personalidad, pero ¿dónde está ahora? ¿dónde está su mente llena de sus propias experiencias y vivencias ¿puede desaparecer así sin más la mente de un ser?

Vivimos en un siglo en el que la ciencia está hablando abiertamente de otras dimensiones, la física cuántica nos habla del campo cuántico como la Mente Subjetiva. Además, estamos viviendo el bum de un sin número de técnicas y herramientas para aprender a controlar y dirigir nuestros estados mentales y emocionales. Hoy la ciencia nos aporta “La Ciencia de la Felicidad”, que es una explicación de cómo vivir una vida más feliz y estable.  Vemos como la humanidad esta despertando sus consciencias y elevando el estándar moral y ético, aunque no lo parezca. La Humanidad se está centrando en el valor de la naturaleza, y entendiendo que el cuidado de todo ser vivió es nuestra responsabilidad absoluta. Estamos viendo como la humanidad consciente ha comprendido que el dinero, el poder o la posición social no es el propósito último. Así también, existe una preocupación por conocer nuestro linaje, de dónde venimos, y porqué hemos heredado comportamientos y enfermedades, y cómo mejorar nuestra salud física a través de sanar nuestras mentes.

Por otro lado, la ciencia está ratificando que la practica constante de la meditación nos conecta, no solo, con nosotros mismos y nuestro inconsciente, sino que, además, y, sobre todo, nos conecta a la Mente Subjetiva, la Energía Creadora, quien mantiene el universo entero funcionando en absoluta armonía. Estamos viendo como estar en equilibrio con esta Energía creadora y en armonía con nosotros mismos está produciendo la remisión espontanea de enfermedades. Además, desde el campo científico, neurólogos y neurocientíficos como Facundo Manes, en su libro Usar el Cebrero, nos dice “el altruismo   activa los circuitos de recompensa del cerebro, nos produce bienestar y felicidad”, dándonos la clave de que vivir centrados en el egoísmo puede mantenernos en estados de infelicidad.

Otra voz científica, el neurocientífico Joe Dispenza dice: “Siempre hemos creído que la mente y las cosas son entes separados. Con la comprensión que da la física cuántica, la Mente Subjetiva y objetiva están relacionadas. La mente y las cosas son una sola entidad, así que entrenar a las personas para que ellas puedan reponerse a sus condiciones y los problemas en su vida, y enseñarles una nueva esencia de posibilidades, y mostrarles cómo aplicar esa ciencia, le da la habilidad de crear la vida que desean. Así que la ciencia se ha vuelto el lenguaje contemporáneo del misticismo”.

Es como si estuviésemos volviendo a casa, a lo realmente importante, a lo esencial, a lo fundamental, al propósito original, a buscar ese mundo ideal, ese cielo en la tierra. Todo este camino de regreso lo estamos haciendo a través del uso consciente de nuestra mente. Desde este punto de vista lógico ¿será que toda una vida de búsqueda y aprendizaje para conocer y gestionar nuestra mente, es sólo para luego morir y desaparecer?

Reflexiones:

Toda existencia está formada por una parte invisible o espiritual y otra parte visible, que quiero decir con esto, los seres humanos estamos formados por una mente (emociones, pensamientos, conceptos, leyes, principios, razonamiento, y sentimientos) que son invisibles, y que se hacen visibles a través de nuestras acciones, pero, además, estamos constituidos por una forma visible que es nuestro cuerpo físico. Lo mismo sucede con los animales, también tienen una mente, aunque ésta es instintiva, es decir, no tienen la facultad racional de los seres humanos, aunque de acuerdo a cómo ellos nos cuidan a nosotros, y como nosotros los maltratamos, casi se podría decir que han desarrollado esta facultad y que los humanos al contrario la hemos ido perdiendo. Lo mismo sucede con las plantas, tienen una mente vegetal y un cuerpo visible que constituyen todas las formas de las flores, frutos, y vegetales que existen. De la misma manera encontramos que esta ley está en los minerales, tienen una naturaleza directiva inherente que vendría a ser su mente, y su cuerpo físico que serían sus propiedades. Al igual sucede con las moléculas, átomos y partículas, su mente sería su naturaleza directiva inherente y su forma física sería la energía que contienen. Si como hemos visto, todo cuanto existe tiene una parte visible y otra invisible, es lógico pensar también, que el mundo físico visible, es decir lo terrenal, tiene una parte invisible o espiritual. Esta reflexión me llevó a la primera conclusión.

Todas las cosas tienen un Carácter Interno (mente invisible) y una Forma Externa (cuerpo visible). Si el universo entero está formado bajo este principio irrefutable, de la misma manera, la Mente Subjetiva o Campo Cuántico, como lo llama la ciencia, está formada de Carácter Interno (invisible) que contiene (leyes, principios y atributos de emoción, intelecto y voluntad) y Forma Externa (visible) que sería la Primera Energía Universal que mantiene con vida el Universo. Además, todo el universo mantiene también otro Principio Universal, el de Dar y recibir (Sujeto y Objeto) desde este punto de vista, la mente Subjetiva (invisible) está en relación con la mente objetiva de la humanidad (que se hace visible a través de las acciones).

Ahora bien, para poder vivir necesitamos vitalmente de aire, luz solar, alimentos y agua. Todas estas cosas son imprescindibles en la vida terrenal, pero ¿Qué será lo imprescindible para vivir en armonía en el Mundo Invisible?

En este punto vuelvo a recordar a mi hermana pequeña y pienso que, si su mente sigue existiendo, quiere decir que espiritualmente está viva, ¿pero será feliz? Ella se llevó su mente en desequilibrio, en vida, nadie le enseñó a gestionar sus emociones, nadie le enseñó cómo soltar pensamientos tóxicos, separarse de relaciones tóxicas y desequilibrios que apresuraron su partida. Fue una persona infeliz, que no pudo lograr sus metas, sueños y anhelos. Esta es una de las razones que me ha llevado a escribir, a ayudar desde la psicología a gestionar estados mentales, a ayudar a sanar mentes abandonadas a su suerte, a cuidar de adolescentes perdidos por el abandono de sus padres, a ayudar a parejas que no quieren dejarse, pero no saben cómo seguir. Conocimientos que deberían enseñarse desde cuando somos pequeños para no tener vidas adultas frustradas y resignadas al sufrimiento.

No, mi hermana pequeña no tendrá en equilibrio su mente espiritual, tendrá aún mucho que aprender para crecer, le quedará camino que recorrer para lograr ser feliz.! ¡Pero está viva! No sólo porque la mente trasciende la muerte, sino porque en vida, quizá por su sufrimiento, su consciencia entendió lo esencial, porque a pesar de todo, no abandonó, nunca pensó en el suicidio, ni estaba enfadad con la vida por todo lo que le tocó vivir.  Mi hermana pequeña, nos dejó una gran lección, ella creía profundamente en que existía una Mente Universal bondadosa (Dios) para ella.  Decía que ella era una ofrenda de bondad para equilibrar tanta maldad en el mundo, que su sufrimiento le daría una oportunidad a la humanidad de ser mejor. He pensado mucho en esto y en tantas y tantas personas que viven de manera altruista, centradas en el amor a los demás, que viven sirviendo y cuidando a otros sin descanso, sin ningún interés egocéntrico, entendiendo que su misión y propósito máximo es Amar a la humanidad y equilibrar con su bondad tanta maldad como ella decía.  Considero que la mejor forma de amar, es ayudando a despertar consciencias, para que puedan gestionar sus emociones y pensamientos y conectarlos con el verdadero propósito en la vida, el crecimiento espiritual. No creo en la reencarnación. Creo que nuestras mentes espirituales son eternas, y que van a seguir en nuestros cuerpos espirituales en el mundo invisible que es paralelo al mundo físico y que están para bien o para mal en constante relación, y digo para mal, porque no cabe duda que también hay cuerpos espirituales con mentes malvadas que eligieron vidas egoístas y están viviendo en sus infiernos mentales, y que influencian a todas las mentes egocéntricas de los seres humanos que hacen una base correlativa con su maldad. Después de estas reflexiones, cuando pienso en mi hermana pequeña, estoy segura que, aunque no aprendió a gestionar sus estados emocionales, pero aprenderá, se fue consciente (despierta), porque aprendió la lección más importante, vivir por el bien de los demás. Y ése estado de consciencia la salva del infierno espiritual.

Debemos decidir qué tipo de mentes queremos llevarnos con nosotros al morir, porque dependerá de esa elección nuestro infierno o nuestro cielo, ya que, para mí, no es un lugar, sino un estado mental, es decir espiritual.

Ale Alcocer

Compartir:

Deja una respuesta